lunes, 1 de octubre de 2012

The Financial Crisis Times

¿¿¿¿Os habéis enterado de que estamos en crisis???? Es broma. Por quitarle hierro al asunto (antes de tener que empezar a quitarle cobre). Hace ya unos cuantos años (y parece que fue ayer) que desayunamos nuestras tostaditas, nuestro café con leche, nuestras cifras de la prima de riesgo, nuestra caída del índice bursátil, nuestro número de parados y nuestros recortes. A mí siempre me había sentado un poco mal la leche, pero últimamente casi más lo otro. Debo aclarar que para temas económicos soy bastante torpe, no obstante, no quiero que nadie pueda decir que este blog da la espalda a la realidad y por eso he buscado la colaboración de un experto en temas económicos (de bajo coste pero de altos vuelos, como Ryanair pero en bien). Nuestro experto, un profesor de Economía que ha preferido permanecer en el anonimato y al que llamaremos Deep Throat, ha preparado una sencilla explicación de la crisis de la deuda para que todos, incluso los que tenemos una capacidad de comprensión limitada, podamos entender de qué va esto. Atentos:

“28 meses después de que el primer rescate a Grecia fuera anunciado, los 145 billones de euros prestados, la negación de que otros países tuvieran problemas de solvencia y los debates entre los líderes políticos europeos han conseguido un resultado importante: la crisis no solo no se ha solucionado, sino que cada día empeora.

¿Cómo hemos llegado a este punto? Las causas de la crisis “de la deuda pública” son distintas entre los PI(I)GS. Grecia ha acumulado déficits públicos importantes en parte maquillando sus cuentas. En Irlanda el gobierno tuvo que pedir el rescate porque, al estallar la burbuja inmobiliaria, para salvar dos bancos que prácticamente se habían hecho más grandes que las cuentas públicas, todo se jodió. Portugal tiene problemas parecidos a los de Grecia: bajo crecimiento, escasa competitividad – que no puede restablecer devaluando su moneda, dado que está en la Eurozona – y un elevado déficit público. España creció en buena parte drogándose de cemento, y cuando la burbuja estalló y la gente empezó a perder su trabajo las cuentas públicas empeoraron enseguida, mientras el gobierno negaba que hubiera una verdadera crisis. E Italia lleva 16 años sin crecer y con una de las deudas públicas frente al PIB más altas del mundo. Pero al final el resultado es el mismo: problemas del sector privado que afectan a las cuentas públicas, o al revés.

PIGS

¿Qué les importa a los nórdicos rescatar a los “Cerdos”? Pues mucho. Porque gran parte de la deuda de los PIIGS está en sus bancos, que la financiaron sin enterarse – o no queriendo enterarse – de que eso no era sostenible. Entonces, si caen los PIIGS, caen los grandes bancos de Alemania y Francia, primero. Algo parecido le ha pasado a la pobre Chipre: sus dos bancos tuvieron que ser nacionalizados porque la pérdida de valor de los bonos griegos que tenían en sus cajones los dejó sin un duro. Y por esto Chipre pidió el rescate, aunque nadie se haya enterado. Como España, salvo que ésta tuvo que pedir el rescate para nacionalizar un banco cuyos dirigentes – y políticos relacionados – simplemente lo habían hecho fatal.

Pero el problema principal – y en esto las cosas sí empeoran cada día – es que los politicos europeos tienen la tendencia a negar la evidencia. Cada rescate – incluso el de Grecia – fue anticipado por unas largas semanas en que todos, gobiernos, BCE, FMI y Comisión Europea, se precipitaban a decir que el rescate no era necesario. Y luego, puntualmente, llegaba el rescate. Eso ha hecho las declaraciones de los líderes europeos sobre el tema no solo no creíbles, sino increíbles. Y el mayor riesgo que Europa tiene ahora es lo relacionado con su pérdida de credibilidad, y de la confianza de todos: gobiernos extranjeros, mercados financieros pero sobre todo y por encima de todo, sus propios ciudadanos.” – pero dejadme ilustrarlo con música:


Así está el tema. Pero no hay que agobiarse. Yo, que pasé una temporada sin leer los periódicos ni ver los telediarios porque las noticias económicas me producían ansiedad, estoy mucho más calmada y receptiva a la actualidad a medida que se acerca el Apocalipsis Maya. Para los que no seáis tan optimistas como yo… tranquilos, la contaminación también quita muchos años de vida. Lo que está claro es que la crisis nos afecta a todos. Ni siquiera Eurovisión ha podido mantenerse ajena a esta cruda realidad. ¿Porque los participantes son más low cost que nunca? No solo por eso. En su edición de 2012, el concurso contó con la presencia del montenegrino Rambo Amadeus, que se autodefine como “músico, poeta y manipulador de los medios de comunicación” y, en este caso, trovador de la crisis del euro. Wikipedia dice que algunos de sus fans lo comparan con Frank Zappa. Yo no digo nada. Pero soy fan de su Euro-Neuro, donde dice, en pocas palabras, que te relajes y disfrutes de la refinanciación. Pues eso.


Spain is not different, como habéis podido leer. En todo caso, para mal. La desesperada situación económica hace que todos los sectores se resientan, desde (cómo no) el ladrillo hasta la cultura. En concreto, el IVA de las actividades culturales se ha visto incrementado de 8% a un inadmisible (en un país que se quiere civilizado) 21% (no, esto no hace risa). Ante esta brutal subida hemos conocido iniciativas de todo tipo: teatros que venden zanahorias en lugar de entradas para eludir el aumento de precio, directores de festivales de música que amagan con renombrarlos como partidos de fútbol y, cómo no, la clásica canción protesta, como esta de Maria Lapiedra: sutil pero argumentada y directa. No me subas el IVA, bájame las bragas. Política viral ejecutada por la ex candidata a la alcaldía de Les Borges Blanques por el Partit del Desig (PDD).


A pesar de todos los pesares, hay quien tiene muy claro que saldremos de esta, como Quique, un estudiante valenciano que ha compuesto para las Nuevas Generaciones del PP de esta su Comunitat una bonita tonada que lleva por título, justamente, De esta salimos. No estoy del todo en desacuerdo, yo también pienso que de esta salimos, lo que queda a elección de cada uno es el destino y el medio de transporte. A mí lo más cómodo me parece el avión. Creo que a él también, por eso que dice de que “no hay excusas para no despegar”.


Pero si todo falla, si al final no podemos salir, ni refinanciarnos, ni... bueno, dejemos el tema bragas, si no hay otra solución, siempre nos quedará la posibilidad de invocar al dinero como los indios y las señoras beatas invocaban a la lluvia: con plegarias. Igual no funciona, pero por intentarlo, que no quede. Al menos pasamos el rato.

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